¿Conoces a alguien que nunca haya sentido estrés en su trabajo? Haz el ejercicio de recordar cuál fue la última vez que lo sufriste tú. Estoy segura de que rápidamente podrás identificar ese momento.
Vivimos en una sociedad que vive cada vez más deprisa, y el entorno laboral no se libra de esta situación. Todo es para ayer. De hecho, es extraño que dentro de una experiencia laboral nos sintamos felices con nuestro trabajo de manera perenne, ya que solo el hecho de trabajar en muchas ocasiones nos hace permanecer en estados de alerta.
En este artículo te enseñaré a identificar qué es aquello que nos hace estar sometidos al síndrome del burnout y qué hacer para volver a sentirnos bien en nuestro entorno laboral. Para ello, es muy importante saber la diferencia entre un estrés saludable (eustrés), y el estrés laboral, también llamado burnout.
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¿Qué es el estrés laboral?
El estrés laboral o síndrome de estar quemado hace referencia a un estado de agotamiento extremo físico, mental y emocional, al cual llega una persona por su situación laboral.
Es decir, son aquellas situaciones de estrés vividas dentro del ámbito laboral que perjudican el estilo de vida del empleado.
El 1 de enero de 2022 la OMS ya clasifica el síndrome de burnout como una enfermedad, y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que el 36% de los empleados trabaja en exceso.
Causas
El principal detonante del burnout viene derivado por las condiciones laborales del trabajador. La diferencia entre burnout y estrés es que el estrés puede ser positivo (eustrés), ya que nos puede hacer ser más efectivos, reaccionar mejor ante situaciones adversas y ser más adaptables entre otras.
El Burnout es un estrés laboral crónico que nos imposibilita permanecer en un estado de calma y tranquilidad, además de paralizarnos tanto física como psicológicamente, por lo tanto, el burnout siempre es algo negativo.
Factores desencadenantes
A continuación, te enumero una serie de factores que pueden ser desencadenantes en la aparición del burnout.
Estar sometido a una alta presión laboral.
Mala conciliación laboral/personal.
Falta de formación en el puesto de trabajo.
Las tareas a realizar no están establecidas.
Jornadas laborables excesivamente largas.
Mal clima laboral.
Mala remuneración económica.
Exceso de carga laboral.
Incertidumbre sobre el trabajo a desarrollar.
Plazos de entrega muy limitados.
Exponerse a riesgos físicos en el puesto laboral.
Poca autonomía.
Falta de apoyo.
Llevarse el trabajo a casa.
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Síntomas
Los síntomas están clasificados en distintos grupos dependiendo a que actividades humanas afecten. Es importante saber que según la predisposición biológica de cada persona se estará más o menos predispuesto a cada uno de ellos. A continuación te los clasifico.
Psicológicos:
Sensación de tristeza.
Falta de motivación.
Problemas de concentración.
Irritabilidad.
Perdida de memoria a corto plazo.
Miedos irracionales.
Falta de seguridad en uno mismo.
Apatía generalizada.
Sentimientos de frustración continuos.
Mal humor.
Físicos:
Dolores musculares y contracturas.
Sudoración excesiva, normalmente en manos y pies.
Problemas estomacales (dolor de barriga, estreñimiento, gastritis...)
Problemas de hipertensión.
Taquicardia.
Vómitos o náuseas.
Dolores de cabeza.
Alteraciones del sueño.
Aumento o perdida de peso significativo.
Conductuales:
Tendencias a trasnochar o dormir en exceso.
Aislamiento social.
Problemas al comunicarse con los demás.
Ausencias en el puesto laboral.
Cambios alimenticios.
Predisposición a tener conductas agresivas.
Incomprensión.
Adicciones a fármacos, tabaco, alcohol, drogas, café...
Prevención
Como has podido observar en el artículo el estrés laboral puede incapacitarnos en nuestra vida diaria. Es por ello necesario saber cómo prevenirlo.
1. Satisfacción laboral
Pregúntate por qué no estás a gusto en tu trabajo y qué puedes hacer para cambiarlo.
2. Tener un estilo de vida saludable
Hacer ejercicio físico, tener una buena alimentación, practicar técnicas de relación y disfrutar del día a día entre otros te ayudarán a extraer todo el estrés que viene ocasionado por tu trabajo.
3. Apoyo personal
Es imprescindible que plantees tu situación actual a tu entorno más cercano; esto te hará ver las cosas desde otra perspectiva y te brindarán apoyo para aquellas decisiones que tengas que tomar.
4. Desarrollo laboral
Sentirse en continuo desarrollo laboral hará que no caigas en el bloqueo de sentirte estancado laboralmente y, por ende, evitaremos la falta de realización personal que tanto caracteriza al síndrome del burnout.
5. Controla los horarios
No te extralimites en tu jornada laboral. Realizar más horas un día puntual no puede volverse en algo habitual.
6. No te exijas demasiado
Reduce el número de tareas paralelas.
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